Los manifestantes, en su mayoría familiares de los retenidos, llegaron a las inmediaciones del Mirex con pancartas, con el propósito de que su petición sea escuchada por las autoridades.
Olga Méndez, una de las madres de los apresados, calificó como una “injusticia” la acción tomada por la justicia mexica con su hijo Charin Arias, quien, según su progenitora, fue condenado a 47 años de prisión. el grupo está acusado de abuso sexual.
Al igual que Méndez, los manifestantes acapararon los alrededores del Mirex por casi una hora hasta ser recibidos por un representante del ministro de la institución, Roberto Álvarez.
El funcionario se reunió con una de las madres de los presidiarios y le aseguró que hará todo lo posible para buscar una solución al caso, pero sin garantías de la repatriación.
Posterior a la reunión, los manifestantes comenzaron a marcharse del lugar bajo la amenaza de seguir su lucha en otro lugar.
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