El anuncio se hizo antes de un viaje oficial a Bahamas para una cumbre de líderes del Caribe y Estados Unidos, en la que Harris y el primer ministro de Bahamas, Philip Davis, harán de anfitriones.
Dentro de esas iniciativas, el Departamento de justicia de Estados Unidos tiene previsto nombrar un coordinador para supervisar casos de tráfico ilegal de armas en el Caribe, donde las naciones insulares han reportado un aumento de crímenes violentos.
Además, el Departamento de Estado prometió mejorar la labor forense en la región, ayudar a reforzar a policías locales y apoyar una unidad con sede en Trinidad y Tobago que ayuda a las islas a resolver casos de armas y proporciona instrucción para recogida y análisis de información relacionada.
Washington, con ayuda de Londres, también establecerá un programa en el este del Caribe para formar a jueces y fiscales locales en un esfuerzo de mejorar la instrucción de juicios relacionados con armas, en países donde hay una gran cantidad de casos acumulados.
El Departamento de Estado también esperaba trabajar con la Policía Nacional de Haití, un cuerpo con graves problemas de falta de personal y financiamiento, para ayudar a combatir un auge de la violencia de pandillas, a investigar y a procesar crímenes vinculados con Estados Unidos relacionados con pandillas, contrabando de armas y tráfico de personas.
Esa iniciativa se considera clave dado que se estima que las pandillas controlan hasta el 80% de la capital haitiana, Puerto Príncipe, y los asesinatos y secuestros se han multiplicado en la zona metropolitana y más allá.
Harris anunció que la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) invertirá casi 54 millones de dólares en Haití para ayudar a combatir un brusco aumento en la hambruna y dar acceso a agua potable y atención médica. Casi la mitad de los más de 11 millones de habitantes de Haití sufren una grave inseguridad alimentaria, y 19.000 personas sufren condiciones de hambruna catastrófica.
Otros 10,5 millones de dólares irán a apoyar el sector agrícola haitiano en medio de un aumento de la pobreza.
USAID también esperaba invertir 20 millones de dólares para ayudar a empresas caribeñas que empleen tecnologías asociadas a energías renovables y eficiencia energética. Casi 15 millones de dólares adicionales se dedicarán a reforzar las medidas de respuesta y preparación para emergencias en la región.
Habrá fondos adicionales para ayudar a islas de baja altitud sobre el nivel del mar, cuyas economías dependen en gran parte del turismo, a prepararse y adaptarse al cambio climático.
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